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Programa Formación Sinfónica - BATUTA

El programa de Formación Sinfónica, busca desarrollar destrezas en los diferentes instrumentos sinfónicos, el trabajo en grupo es un principio fundamental de nuestro modelo pedagógico, con la metodología Orquesta Escuela, que les permite hacer de la práctica orquestal una experiencia significativa de vida.

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El Poder Transformador de la Música - BATUTA

El quehacer de Batuta se sitúa en la intersección de los sectores de educación, cultura y desarrollo social. Contribuye desde la formación musical a:
• La educación integral de la población Infantil y juvenil, con énfasis en la población menos favorecida...Ver más

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Programa de Estimulación Musical Batubebes - BATUTA

Dirigido a niños y niñas entre los dos y cuatro años de edad. Busca desarrollar la percepción estética, la creatividad y el contacto con el mundo que los rodea a través de la música y la expresión corporal, mediante actividades musicales variadas y divertidas. Durante esta etapa se estimulan aspectos como: expresión, afectividad, autoestima, creatividad, lenguaje, lateralidad, disociación, pulso, rítmica corporal, altura, duración, entre otros.


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RETRATOS DE FAMILIA

Cinco mujeres que no se conocen entre sí buscan a sus hijos desaparecidos. Los muchachos tienen en común ser pobres, habitar en Soacha y andar en busca de trabajo.

Las madres y esposas dejan la seguridad de sus modestos hogares para seguir el rastro de sus hijos. Ese camino las lleva a conocer un mundo gobernado por el lado más perverso de la guerra, donde se comercia con personas para asesinarlas y presentarlas como “positivos” (dados de baja en combate) del ejército. Sus hijos, encuentran las madres, fueron víctimas de este inhumano comercio.
Los hechos ocurrieron durante 2008. 14 jóvenes habitantes de Soacha, municipio vecino de Bogotá, desaparecieron de sus hogares. En Septiembre de ese año encuentran sus cádaveres en Ocaña, Norte de Santander. Según la versión oficial se trataba de insurgentes, NN (sin nombre), dados de baja en combates con el ejército y la mayoría enterrados en fosas comunes. Aunque ssto ocurrió a cientos de kilómetros de Soacha los supuestos combates sucedieron tan sólo uno o dos días después de que los muchachos desaparecieran.

Las madres exhuman los cadáveres, denuncian el crimen y afirman que sus hijos eran pobres pero no delincuentes. Sin embargo, lo peor, apenas comienza. Estas familias destapan una “olla podrida”: sus muchachos fueron vendidos por 200.000 ó un millón de pesos, para ser asesinados y reportados como los “Positivos” que urgía el gobierno. A sus denuncias se suman las de miles de muchachos desaparecidos en Colombia que, según se afirma, murieron de idéntica forma.

Retratos de Familia (filmado entre 2010 y 2013) registra estos hechos desde la intimidad familiar, de la memoria del afecto, hasta la lucha pública que dan las madres por “limpiar el nombre de sus hijos y descubrir la verdad” de este monstruoso hecho. El documental reconstruye la historia de vida, da rostro y nombre a los supuestos NN y acompaña a las llamadas “mamitas de Soacha” en el que camino que las lleva a convertirse en férreas defensoras de Derechos Humanos, cuya razón de vida es garantizar que NUNCA MAS en Colombia se venda un joven para ser asesinado. Así trastocan su dolor en esperanza para ellas y para Colombia.


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COLOQUIO BICENTENARIO

El interés de estimular una reflexión sobre los enfoques que el Bicentenario sugiere frente a la globalización, se propuso desde el Observatorio Sociocultural de la Mundialización, la Fondation Gabriel Peri y el CEIS. Las ponencias ofrecieron la versatilidad desde diversas áreas del conocimiento y desde una perspectiva multicultural . Participaron 20 ponentes provenientes de 12 países.


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¿DÓNDE ESTÁN LOS MUCHACHOS DEL CTI? - TIEMPO DE LA VERDAD

Fue desde Valledupar y de Codazzi de donde siete miembros del Cuerpo Técnico de la Fiscalía salieron rumbo a un lugar ubicado entre Minguillo y Verdecia, con el fin de realizar la exhumación de un cádaver. Lugar de donde, como si la tierra se los hubiera tragado, luego de casi ocho años, no han regresado ni vivos ni muertos.

Al mes de su desaparición se encontró abandonada, debajo de rastrojo, la camioneta donde se transportaban los cuatro funcionarios de Codazzi. Mientras que un año después, la Fiscalía, halló el carro del laboratorio forense, donde se transportaban los funcionarios de Valledupar, quemado y enterrado tres metros bajo tierra, en la finca La Holanda.

Sin embargo hasta el día de hoy, no se ha encontrado un mínimo vestigio de Edilberto Linares Correa, 33 años, Carlos Arturo Ibarra Bernal, 31 años, Hugo Quintero Solano, 32 años, Danilo Carrera Aguancha, 31 años, Mario Abel Anillo Trocha, 26 años, Israel Roca Martínez, 31 años y Jaime Elías Barros Ovalle, de 32 años.

A la fecha tanto Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, como John Jairo Esquivel Cuadrado, alias El Tigre, han reconocido haber participado en los hechos que derivaron en la desaparición de los siete

funcionarios del CTI. El primero, según su versión, obedeciendo órdenes del líder de las AUC Carlos Castaño. Esas declaraciones se contradicen con lo que afirman los familiares de los funcionarios del CTI. Según ellos, en una entrevista directa que sostuvieron el 14 de junio de 2000 con Carlos Castaño, el jefe de las AUC les aseguró no tener idea de lo ocurrido.


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QUE NO NOS DEJEN SOLOS EN ESTA SOLEDAD TAN TRISTE - TIEMPO DE LA VERDAD

El 1 de enero de 2001, en La Dorada, cabecera del municipio San Miguel en el departamento de Putumayo, paramilitares de la región secuestraron a cuatro de las hijas de la señora Blanca Nieves Meneses.

La señora Meneses asegura que la desaparición forzada de sus hijas María Nelly (13), Yeny Patricia (19), las mellizas Nelsy Milena y Mónica Liliana (18) Galarraga, fue perpetrada por paramilitares, conocidos por los apodos: "El Alacrán", "Van Dame", "El mocho" y otros.

En el momento de los hechos, Blanca Nieves calentaba comida en casa de un vecino, cuando un hombre con uniforme camuflado, reconocido como el comandante "Raúl", le dijo que a las 6:30 de la tarde pasaría por ella y por sus hijas. A esa hora una camioneta blanca recogió a Nieves, sus hijas y sus nietos.

Después de recorrer un tramo de camino, la camioneta se detuvo y obligaron a Blanca Nieves a que saliera del carro junto con sus nietos. La mujer se bajó y les suplicó a los hombres que iban en la camioneta que no les fueran a hacer daño a sus hijas, y que averiguaran sobre ellas.

La señora Meneses recuerda que en esa época muchas personas acusaban a cualquiera de ser miembro o auxiliador de la guerrilla y, por esa razón, los paramilitares las desaparecían.

"Raúl" le dijo a Blanca Nieves que a las 11 de esa noche le devolvería a sus hijas. Sin embargo, desde entonces se desconoce el paradero de ellas.

A raíz de la desaparición de sus hijas, Blanca Nieves Meneses, en compañía de su hija mayor Nancy, tuvo que desplazarse de la región. Regresaron a la zona cuando se enteraron que la Fiscalía estaba haciendo exhumaciones. La señora Meneses acude a cuanta exhumación se realiza en el municipio o en cualquier parte del Putumayo con la esperanza de encontrar sus restos y enterrarlos dignamente.


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LOS CRÍMENES Y DESPLAZAMIENTO EN AGUAS BLANCAS - TIEMPO DE LA VERDAD

El 5 de abril de 2000 fueron asesinados en Aguas Blancas el comerciante Ramón Darío Rolón Gómez, propietario del granero La Economía, el maestro Néstor Ospina Córdoba y el joven José Gregorio Rivera Maldonado, quien fue testigo de los dos primeros crímenes.

Estos crímenes que fueron atribuidos al Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), afectaron seriamente la salud mental de un menor de edad quien presenció los hechos y la vida de las familias que perdieron a sus seres queridos, al punto que varias de ellas se sumaron al éxodo masivo que convirtió a Aguas Blancas en un "pueblo fantasma".

La madre de una de las víctimas (maestra escolar) le dijo a "Tiempo de la Verdad" que como parte de la reparación a la que tiene derecho, quisiera tener recursos y asesoría para instalar en su casa un jardín infantil, en donde pueda atender a muchos de los niños huérfanos que ha dejado la violencia en Aguas Blancas.


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LO QUE QUEREMOS LAS VÍCTIMAS: JUSTICIA Y DENUNCIAR - TIEMPO DE LA VERDAD

Higuita, quien era miembro fundador de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos), fue asesinado por paramilitares el 2 de Junio de 1989 en Barrancabermeja, Santander, el puerto petrolero más grande del país, siendo concejal por el partido de la Unión Patriótica.

Los hechos ocurrieron después de las 10 de la noche en la fuente de soda de su propiedad, cuando Higuita atendía a unos clientes y un sicario lo acribilló usando una ametralladora mini-Uzi. Aunque los primeros impactos le alcanzaron el tórax, Higuita intentó moverse para tomar un revólver que guardaba en la caja registradora. Sin embargo, el dirigente se desplomó sobre el piso mientras su esposa, Marleny Rodríguez, intentaba evitarlo.

En medio de la confusión el pistolero, disparó indiscriminadamente e hirió de gravedad a dos personas más: un estudiante universitario y un médico.

La muerte de Jorge Orlando Higuita, al igual que muchas otras de militantes de la Unión Patriótica, fue una muerte anunciada. Después de varias amenazas, en 1988 se había salvado de un ataque protagonizado por sicarios, que fueron detenidos pero después dejados en libertad.

Jorge Orlando Higuita fue también militante de la Unión Revolucionaria Socialista URS y dirigente de la Unión Sindical obrera, USO. Siendo activista sindical, fue despedido de ECOPETROL junto con otros 217 sindicalistas tras una huelga en 1977. En 1980 ingresó al Partido Comunista y en 1988 encabezó las listas del movimiento Convergencia Popular, del que hacía parte la Unión Patriótica.


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ENTRE LA ESPADA Y LA PARED - TIEMPO DE LA VERDAD

Los hechos ocurrieron el 26 de febrero de 1990 en una cafetería ubicada frente al parque principal del municipio de Cimitarra, Santander, y fueron atribuidos a paramilitares que operaban en la zona del Magdalena Medio. Josué Vargas Mateus, presidente de la ATCC, y los dirigentes campesinos Sául Castañeda y Miguel Ángel Barajas Collazos, se encontraban reunidos en la cafetería La Tata junto con Silvia Duzán, quien en ese momento se encontraba realizando un documental para el Canal 4 de la BBC de Londres sobre "El veto del narcotráfico en las elecciones de 1990", en el que los campesinos estaban participando. Los hombres murieron instantáneamente y Silvia murió poco después en el centro médico del pueblo.
Duzán, además de hablar sobre el contexto de la región, también quería mostrar en el documental el trabajo de paz que había desarrollado la ATCC en la región, donde se había convocado a un Gran Diálogo de Paz en el que se generaron negociaciones y se trazaron objetivos para la no violencia en defensa de la vida y el trabajo de los campesinos del Carare. Desde tempranas horas de la mañana del 26 de febrero de 1990, algunos reconocidos paramilitares fueron vistos en Cimitarra y estuvieron hablando con Carlos Atuesta, quien hacía parte de la ATCC. Los campesinos fueron advertidos sobre este hecho, ya que en veces anteriores habían recibido amenazas, pero hicieron caso omiso al respecto. El crimen fue atribuido al grupo de 'Los Masetos', que operaba bajo las órdenes de Henry de Jesús Pérez Durán.
Poco después de las muertes, un portavoz de la desaparecida Asociación Campesina de Ganaderos de Magdalena Medio (ACDEGAM,) acusó a los campesinos del Carare de mantener vínculos con los grupos guerrilleros y amenazó con emprender acciones contra sus miembros.

Hasta el momento, el crimen se ha mantenido en la impunidad y no se ha juzgado a ninguna persona. El jefe paramilitar de la zona, Ramón Isaza ante las versiones libres que ha dado en el marco de la Ley de Justicia y Paz, dice haber perdido la memoria.


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QUEDAMOS MUY POQUITOS - TIEMPO DE LA VERDAD

El crimen de Posada Pedraza fue el primero de una serie de crímenes contra dirigentes de la Unión Patriótica, un partido político que se fundó el 28 de Mayo de 1985, como resultado del proceso de paz entre el gobierno del presidente Belisario Betancur y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).

Posada Pedraza nació en Bogotá el 19 de octubre de 1947, estudió Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de Colombia y desde muy joven se vinculó a la política.

Además de su trabajo en la UP, Posada Pedraza fue dirigente del Frente Amplio del Magdalena Medio.

A las 7 de la noche del sábado 30 de agosto de 1986, Posada salió de la sede del Partido Comunista y de la UP en Barrancabermeja. Iba acompañado de un grupo de jóvenes que habían participado en una reunión. Cuando habían recorrido una cuadra, apareció un hombre y le disparó seis tiros a Posada.

Poco después, el sicario reapareció y le hizo dos tiros más al dirigente político, quien alcanzó a llegar con vida al hospital, pero luego murió.

Personas que lo acompañaron a la clínica contaron que los sicarios estuvieron en el centro médico y que, posteriormente, aparecieron en la sede del Concejo Municipal, se aproximaron al féretro y comentaron que "los tiros estuvieron bien dados".

Posada había sido amenazado en muchas oportunidades, pero tomó la decisión de no abandonar Barrancabermeja. Leonardo Posada fue uno de los primeros miembros de la UP en caer asesinado, sólo dos días después de su homicidio, fue asesinado Pedro Nel Jiménez, quien fuera velado junto con Leonardo en la Cámara de representantes de Bogotá.


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UNA PUÑALADA EN LA DIGNIDAD - TIEMPO DE LA VERDAD

El equipo de Tiempo de la Verdad, viajó hasta la Ciénaga Grande de Santa Marta hasta llegar a Nueva Venecia, corregimiento del municipio de Sitio Nuevo, ubicado a 50 minutos por vía fluvial del municipio de Ciénaga (Magdalena), que se encuentra poblado en su mayoría por descendientes afrocolombianos dedicados principalmente a la pesca.

Sus habitantes recuerdan los hechos sucedidos en la zona de la Ciénaga Grande de Santa Marta, donde paramilitares del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), perpetraron la masacre y los hostigamientos por los cuales se produjo el desplazamiento de más de 1.000 pobladores de la región.

En la madrugada del 22 de noviembre de 2000, cerca de 70 paramilitares llegaron a la zona. Utilizando lanchas, incursionaron en Nueva Venecia, donde obligaron a muchos pobladores a salir de sus casas y los mataron 37 personas, luego de acusarlos de ser guerrilleros.

Después de cometer la masacre en Nueva Venecia, los paramilitares saquearon el pueblo y se llevaron víveres y dinero, según denunciaron los habitantes. Luego, los paramilitares hicieron un recorrido por otros pueblos de la Ciénaga de Santa Marta, donde también mataron a otras personas.

La masacre de Nueva Venecia ocurrió después del secuestro de nueve personas por parte de guerrilleros el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la Ciénaga del Torno, en cercanías de Nueva Venecia. Ese secuestro se produjo el 6 de junio de 1999 y las víctimas fueron miembros de un club de pesca de Barranquilla.

En una versión libre ante un fiscal de Justicia y Paz, en junio de 2007, Rodrigo Tovar Pupo, "Jorge 40", quien fue jefe del Bloque Norte de las AUC, admitió haber dado la orden de matar a parte de las víctimas de Nueva Venecia. Sin embargo, "Jorge 40" dijo que la masacre de Nueva Venecia se trató de "un acto de guerra", lo cual provocó el rechazo de las víctimas, quienes se sintieron acusados como guerrilleros.


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DESDE EL CIELO AL INFIERNO - TIEMPO DE LA VERDAD

El crimen del profesor universitario Alfredo Correa de Andreis y de su escolta Edelberto Ochoa, ocurrido el 17 de septiembre de 2004, fue cometido por sicarios, presuntamente al servicio del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El hecho se produjo a plena luz del día en el barrio El Prado, de Barranquilla. Alfredo Correa de Andreis, de 52 años, era un conocido sociólogo, profesor universitario y dirigente social de la Costa Atlántica, quien fue rector de la Universidad del Magdalena. Cuando murió, Correa de Andreis hacía parte de la Red de Universidades por la Paz y trabajaba como profesor de la Universidad del Norte, de Barranquilla. Dos días antes había publicado una investigación sobre desplazamiento forzado. A mediados de junio de 2004, Correa de Andreis fue detenido por orden de un fiscal, que lo investigó por supuestos nexos con la guerrilla, pero un mes después se ordenó su libertad. Su escolta, Edelberto Ochoa, había sido contratado por la familia Correa de Andreis para que lo protegiera, después de que fue dejado en libertad por la Fiscalía. La historia de vida de Correa de Andreis y Edelberto Ochoa será relatada por los padres del sociólogo y sus hermanos, así como por Duberlys Jiménez, viuda de su escolta.


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EN LA TIERRA HAY MUCHAS FALLAS - TIEMPO DE LA VERDAD

Putumayo ha sido una de las zonas del país más golpeadas por el conflicto armado y, por esa razón, el equipo de producción de Tiempo de la Verdad estuvo en la región, que limita con Ecuador. Tiempo de la Verdad reconstruirá las historias de tres desplazados de Putumayo: Edelmira Descanse de Otaya, Gladis Otaya Descanse y un líder comunitario que además de ser desplazado trabaja con comunidades de desplazados. Edelmira, la madre de Gladis, vivía en la vereda Simón Bolívar, del corregimiento de Puerto Umbría, en Puerto Caycedo. En agosto de 2004, estando ella embarazada, su esposo y uno de sus hijos fueron asesinados por paramilitares armados que los raptaron y que los acusaban de ser amigos de la guerrilla. Edelmira, que ha tenido 14 hijos, dijo que perdió a su bebé, quien murió 12 días después de haber nacido. También contó que dos hijos más fueron asesinados en el 2006 y que a raíz de esto tuvo que desplazarse de Puerto Umbría hasta Mocoa, la capital de Putumayo, pues sus vecinos le dijeron que ella también corría peligro de muerte. Su hija mayor, Gladis, vivía en la vereda Tintalá, del municipio de Valle del Guamuéz. En el 2006, cuando su hijo tenía 15 años y su hija 16, y ambos estudiaban, Gladis tuvo que salir de la zona, ante las presiones de los grupos armados que amenazaban con llevarse a los dos jóvenes. Ahora vive con su mamá en un rancho en Mocoa junto con sus dos hijos quienes no pudieron seguir estudiando. El líder comunitario, que vive en un sector de Mocoa en una comunidad donde habitan 370 familias desplazadas, siendo víctima de desplazamiento forzado también, lleva trabajando varios años ofreciendo apoyo a las personas desplazadas de esta zona.


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D.H. PUNTO ENTRADA: EL CORAZON

Los derechos humanos, el punto de entrada: el corazón. Condensa una propuesta pedagógica para al enseñanza de los derechos humanos, desarrollada por OACNUDH en el marco del convenio interinstitucional suscrito con la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, validada y enriquecida en el programa de capacitación en derechos humanos a personero municipales. El documental registra el desarrollo del taller pedagógico en varias regiones de Colombia y muestra la aplicabilidad de la propuesta a través del ejercicio profesional y las historias de vida de tres personeros.


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ESCUELA Y DESPLAZAMIENTO

Es un documental realizado en 2002 para la UNESCO y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, fue filmado en diversas regiones del país, este audiovisual trata sobre la aplicación de un taller para atender a los niños desplazados por el conflicto armado y la situación de los maestros ante esta realidad.


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LA VIDA VIVE

Este documental recoge la experiencia de la hermana Reina Amparo Restrepo, galardonada con el premio nacional de paz 2007, quien esta dedicada a rescatar a los niños del Caguán de la violencia a través del arte, de la literatura y la vivencia del grupo de realización que pretende filmar el documental en lo que en ese entonces era la zona de distensión. Allí se registran los principales sucesos del proceso de paz desde su inicio hasta el final, la forma como estos afectan a la población y también a quienes se creían ajenos al proceso.


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